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Los cerdos sedosos se pesan mientras se dirigen hacia la parte final del procesamiento de carne en las instalaciones de procesamiento de Smithfield Foods en Clinton, Carolina del Norte.
Chuck Liddy/TNS
Los cerdos sedosos se pesan mientras se dirigen hacia la parte final del procesamiento de carne en las instalaciones de procesamiento de Smithfield Foods en Clinton, Carolina del Norte.
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La industria cárnica de EEUU quiere que sus trabajadores hagan fila para recibir la vacuna COVID-19, una vez que los empleados de atención médica y los que se encuentran en centros de atención a largo plazo reciban la vacuna, dijo el jueves el Instituto de la Carne de América del Norte en un comunicado.

Los empleados que trabajaban en espacios reducidos en plantas empacadoras de carne se encontraban entre los grupos más afectados en las primeras etapas de la pandemia en EEUU, con 8% de los casos relacionados con brotes en esas instalaciones, según un estudio de la Escuela de Relaciones Internacional y Públicas de la Universidad Columbia, y la escuela Booth de Negocios de la Universidad de Chicago.

Mientras miles contrajeron el virus y decenas murieron, las plantas de carne cerraron y provocaron que la producción de carne de cerdo y carne de res cayera hasta 40% antes de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitiera una orden ejecutiva el 28 de abril para que las fábricas permanecieran abiertas. Las plantas de carne gastaron más de 1,000 millones de dólares en equipos de protección, pruebas, pago de los trabajadores y otras medidas, como la modernización de las instalaciones con divisores de plástico, según el grupo de la industria.

Los fabricantes de medicamentos han comenzado la producción de vacunas, con Pfizer Inc. diciendo que puede producir 50 millones de dosis de sus inyecciones este año y Moderna Inc. apuntando a entre 100 millones y 125 millones de dosis disponibles a nivel mundial en el primer trimestre de 2021.

“Los hombres y mujeres de la industria de la carne y las aves de corral ayudan a mantener abastecidas las tiendas de comestibles de Estados Unidos y a mantener funcionando nuestra economía agrícola”, dijo Julie Anna Potts, presidenta y directora ejecutiva del Meat Institute. “Deben tener una alta prioridad para la vacunación COVID-19, siguiendo a los valientes trabajadores de la salud de nuestra nación”.

—Este texto fue traducido por Octavio López/TCA