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Cuando, cansada del invierno, la gente de Minnesota abre sus ventanas cada primavera, los funcionarios de salud de Twin Cities ven un aumento en el número de casos de niños envenenados con plomo.

Esto se debe a que las ventanas viejas cubiertas con pintura de plomo son la causa principal del envenenamiento de este tipo en la infancia en el área metropolitana. El polvo de la pintura tóxica vuela cada vez que las ventanas se abren, aterriza en los pisos y las superficies de la casa y termina en la boca de los pequeños.

“Desde Flint, Michigan, todos nos sentimos muy paranoicos con respecto al plomo en el agua. Sin embargo, casi nunca vemos a un niño envenenado por ella”, comentó Jim Yannarelly, supervisor de Ramsey County Healthy Homes. “En Minnesota y en Twin Cities, todo es a causa de las ventanas”.

Es por eso que los condados de Ramsey, Hennepin y Minneapolis han ayudado a reemplazar las ventanas con pintura con plomo en casi siete mil 200 hogares desde principios de los años 90. Han dividido millones de dólares en subvenciones del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de los Estados Unidos (HUD, por su sigla en inglés) para pagar los programas. El financiamiento ayuda a las familias a reparar sus hogares cuando a un niño se le diagnostica un alto nivel de plomo y también se brindan recursos para cambiar las ventanas antes de que ocurra el envenenamiento.

“Las subvenciones del HUD en los últimos 20 años han sido de gran ayuda. No estaríamos donde estamos ahora” sin ellas, afirmó Lisa Smestad, gerente de control de riesgos y hogares saludables de Minneapolis.

La cantidad de casos confirmados de niveles elevados de plomo en la niñez de Minnesota, usando el estándar de 5 microgramos por decilitro de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), disminuyó en casi 30% de 2012 a 2017.

Los casos en Minneapolis disminuyeron de más de 500 en 2008 a 90 el año pasado, y el condado de Ramsey informó de una disminución similar.

Pero los funcionarios del departamento de salud dicen que es probable que pasen varias décadas más antes de que desaparezca el peligro. El Congreso prohibió el plomo en la pintura en 1978, pero los inspectores todavía lo encuentran en casas antiguas del área metropolitana.

“La gente se sorprende. Dicen: ‘¿No nos habíamos deshecho del plomo en la pintura?’ relató Smestad. “Pero en Minneapolis, el 75% de las propiedades residenciales se construyeron antes de que se prohibiera la pintura con plomo”.

Los vecindarios más antiguos de Minneapolis, incluidos North Side, Phillips y Powderhorn, son zonas conflictivas. Al otro lado del río, los inspectores a menudo encuentran pintura con plomo en casas antiguas en el East Side de St. Paul.

“La pintura con plomo es duradera. Es por eso que la utilizábamos en ventanas, marcos y porches delanteros”, detalló Yannarelly.

Determinando el peligro

La exposición al plomo en la infancia puede llevar a déficits neurológicos y de aprendizaje de por vida, y al tipo de problemas de control de impulsos que pueden involucrar a las autoridades policiales. Según los CDC, no existe un nivel seguro de plomo en la sangre en los niños.

“Incluso en niveles bajos, puede haber daño neurológico permanente, deficiencias de aprendizaje y problemas de comportamiento”, explicó Mike Jensen, supervisor del programa de control de riesgos del plomo del Condado de Hennepin.

En Minnesota, los médicos familiares ordenan análisis de sangre durante los controles pediátricos que miden los niveles de plomo; aproximadamente el 81 por ciento de los niños nacidos en el estado después de 2014, fueron evaluados para detectar la presencia de plomo. Esos resultados se informan al Departamento de Salud de Minnesota, el cual investiga directamente o transfiere los casos de envenenamiento por plomo y niveles elevados de la sustancia a departamentos de salud locales más grandes.

Los funcionarios locales trabajan con los residentes y propietarios para determinar la causa del envenenamiento y las formas de remediarlo.

Los departamentos de salud emiten órdenes correctivas y pueden imponer multas. En casos extremos que involucren propiedades de renta, pueden actuar contra las licencias de alquiler.

“La mayoría de los padres están realmente preocupados por sus hijos”, aseguró Smestad. “Quieren que averigüemos el peligro para poder alejarlo de los niños”.

En Minneapolis, los inspectores de salud van a una casa, diagraman las habitaciones y utilizan un dispositivo fluorescente de rayos X portátil para medir los niveles de plomo en casi todas las superficies pintadas y barnizadas: ventanas, paredes, zócalos, puertas, pisos y porches. Una enfermera de salud pública y un especialista en salud ambiental hacen una inspección similar en el Condado de Ramsey.

“Mucha gente no piensa en el barniz, pero en las casas viejas ponían plomo en el barniz. Incluso lo ponían en las bañeras de cerámica”, informó Smestad. “Como el asbesto, lo echaban en todo”.

Agradecidos por la ayuda

Una vez que se encuentra la pintura con plomo, el departamento de salud identifica soluciones temporales y de largo plazo. Una nueva capa de pintura puede sellar la pintura de plomo en algunos casos, pero a menudo no es una buena solución para las superficies que hacen fricción, incluidas las ventanas.

Smestad destacó que también advierten a las familias que planean proyectos de remodelación para que tomen precauciones, especialmente al lijar superficies más viejas. Toda una familia cayó enferma después de que los padres lijaran la terraza de una casa más antigua.

“Pensaron que toda la familia tenía gripe. En realidad, todos estaban envenenados con plomo”, indicó.

La intoxicación por plomo en la niñez a menudo ocurre en casas y apartamentos antiguos en áreas de bajos ingresos, donde las familias tienen menos recursos para hacer los arreglos, agregó Yannarelly.

“Las ventanas son una de las reparaciones más caras que se pueden hacer”, detalló. “A la gente le preocupa más la siguiente comida y pagar la renta”.

Cada departamento local ofrece un nivel de asistencia variable según los ingresos y si la casa es propia o rentada. Pero todos ellos se dirigen a hogares con niños menores de 6 años.

May Vang, una abuela jubilada en Brooklyn Center, reemplazó sus ventanas el invierno pasado con la ayuda del programa del Condado de Hennepin.

Vang, de 70 años, tiene una docena de nietos, entre ellos, cuatro niños pequeños y un bebé de ocho meses que cuida durante la semana en su casa. Los juguetes para niños pequeños están alineados cuidadosamente a lo largo de la pared de su sala de estar.

Cuando los vecinos le informaron que tenían ventanas con pintura de plomo, Vang revisó las suyas y descubrió que también estaban cubiertas de pintura tóxica. Le agradeció al programa del condado porque sus nietos pasan la mayor parte del tiempo en la sala de estar con sus grandes ventanales.

“Cada vez que levanto la vista, están corriendo hacia la ventana”, relató. “Quería que fuera seguro para ellos”.

En un exceso de precaución, Vang también mandó a analizar la sangre de sus nietos. “No tienen plomo en la sangre”, dijo.

Ahora, advierte a sus amigos y vecinos sobre los riesgos que las ventanas representan para los niños y el programa que puede ayudar. “Estoy muy contenta de que hayamos solucionado el problema”, apuntó.