Por Mia Shanley
ESTOCOLMO (Reuters) – Los disturbios que se llevan produciendo desde hace una semana en Estocolmo se extendieron el viernes a otras partes de Suecia, pero las autoridades dijeron que los refuerzos enviados a la capital hab -an reducido all – la violencia, aunque docenas de j ‘venes incendiaron coches y un centro de reciclaje.
Los disturbios – que comenzaron a principios de mes cuando la polic -a dispar ‘ contra un hombre de 69 a +/-os – continuaron por sexta noche, principalmente en las ¡reas pobres habitadas por inmigrantes en Estocolmo.
Sin embargo, la situaci ‘n parec -a m ¡s calmada tras una semana de saqueos de colegios y comisar -as, incendios de coches y lanzamiento de piedras contra los bomberos.
“Estuvo mucho m ¡s tranquilo, no se lanzaron piedras contra la polic -a y los bomberos y eso es una muestra de m ¡s tranquilidad. No hemos tenido ning ?n disturbio o nada similar”, dijo el portavoz de la polic -a Kjell Lindgren.
L -deres comunitarios tomaron las calles, vestidos con chalecos fluorescentes para intentar calmar los ¡nimos.
En Orebro, una ciudad del centro de Suecia, unos 25 j ‘venes encapuchados incendiaron tres coches y un colegio e intentaron quemar una comisar -a, dijo la polic -a. A unos 200 km al sudoeste, en Linkoping, varios coches fueron quemados y j ‘venes intentaron incendiar un colegio y una guarder -a, dijeron.
En un pa -s con reputaci ‘n de abierto, tolerante y conocido por su modelo de bienestar social, las refriegas han mostrado las diferencias entre la mayor -a acomodada y una minor -a, a menudo j ‘venes inmigrantes escasamente educados, que no pueden encontrar trabajo y se encuentran apartados de la sociedad.
Subrayando la ambivalencia de Suecia hacia sus pol -ticas de inmigraci ‘n abiertas, un partido antiinmigrantes ha crecido hasta situarse tercero en los sondeos este a +/-o y algunos analistas creen que los disturbios podr -an alimentar sus filas.
La violencia ha recordado lo ocurrido en los ?ltimos a +/-os en Par -s y Londres, aunque comparativamente haya sido m ¡s d (c)bil. No ha habido saqueos, apenas heridos y pocas detenciones.
Buena parte de la capital ha seguido funcionando con normalidad e incluso en los barrios afectados parec -a un d -a normal.
A ?n as -, ha conmocionado a un pa -s que se ha mostrado orgulloso de su generosa red de seguridad social, aunque los ?ltimos siete a +/-os de gobiernos de centroderecha han acabado con algunos de los beneficios.
Un reciente estudio gubernamental mostr ‘ que hasta un tercio de los j ‘venes de entre 16 y 29 a +/-os en algunas de las ¡reas m ¡s deprimidas de las grandes ciudades de Suecia ni estudiaban ni trabajaban.
El desempleo juvenil es especialmente alto en barrios como los que han registrado los disturbios, donde viven demandantes de asilo de Irak, Somalia, Afganist ¡n y Latinoam (c)rica.
Aproximadamente el 15 por ciento de la poblaci ‘n sueca es nacida fuera. Aunque muchos proceden de los pa -ses n ‘rdicos vecinos, otros se sienten atra -dos por la pol -tica del pa -s de recibir a demandantes de asilo de pa -ses afectados por guerras.
La brecha entre ricos y pobres en Suecia va creciendo m ¡s r ¡pido que en ninguna otra naci ‘n, seg ?n la Organizaci ‘n para la Cooperaci ‘n y el Desarrollo Econ ‘mico.
(Traducido por Inmaculada Sanz en Madrid)
