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* Cambio de Merkel sobre derechos gay molesta a

conservadores

* L -der alemana deja a la oposici ‘n sin temas de campa +/-a

Por Erik Kirschbaum

BERL N, 26 feb (Reuters) – Los dem ‘cratas cristianos de

Alemania sol -an bromear con que incluso un simpatizante ebrio al

que se despertara de un profundo sue +/-o podr -a espabilarse y

defender de inmediato las posiciones pol -ticas del partido.

Pero la canciller Angela Merkel ha llevado al partido

centroderecha tan lejos de sus ra -ces conservadoras antes de las

elecciones de septiembre que incluso los votantes formales de la

CDU tienen problemas para recordar qu (c) defiende su partido en

estos tiempos.

El aparente cambio de 180 grados del partido esta semana en

cuando a derechos de parejas homosexuales es el ?ltimo ejemplo

de doctrina conservadora que se ve apartada en nombre de la

ventaja pol -tica.

Sin embargo, los analistas advierten que el giro a la

izquierda podr -a salirle mal a Merkel, inmersa en una ajustada

batalla por lograr una tercera gesti ‘n en las elecciones del 22

de septiembre, porque podr -a perder el apoyo de sus votantes

tradicionales de la derecha.

Merkel ya ha convencido a su partido de que sacrifique

viejas banderas conservadoras como el servicio militar, la

energ -a nuclear y las matr -culas universitarias.

Ahora quiere que la CDU introduzca un salario m -nimo, y

durante el fin de semana uno de sus aliados m ¡s cercanos indic ‘

que el partido tambi (c)n podr -a estar dispuesto a cambiar su

postura al dar a las parejas homosexuales el mismo acuerdo

fiscal preferencial que reciben los matrimonios heterosexuales.

“La CDU no es lo que era”, coment ‘ Gerd Langguth, polit ‘logo

de la Universidad de Bonn. “Est ¡ sacrificando m ¡s y m ¡s de sus

valores centrales conservadores. Eso podr -a disuadir a algunos

votantes conservadores pero podr -a ayudar a Merkel a ganar las

elecciones”.

El semanario izquierdista Die Zeit se +/-al ‘ con sorna que el

viejo chiste sobre los conservadores que se saben de memoria las

posiciones de su partido porque rara vez cambian podr -a haber

quedado antiguo.

“Antes, cualquier pol -tico al que despertaran a las 4 de la

madrugada sabr -a lo que defend -a el partido”, se +/-al ‘ Die Zeit.

Pero ya no. “La CDU est ¡ enfadando a los conservadores al

abandonar sus viejas doctrinas”, agreg ‘.

La mayor -a de los sondeos indica que los democristianos de

Merkel y su partido hermano en Baviera, la Uni ‘n Social

Cristiana (CSU) tienen una c ‘moda ventaja de dos d -gitos sobre

la oposici ‘n de centroizquierda de los Socialdem ‘cratas (SPD, en

sus siglas en alem ¡n).

Pero los socios de coalici ‘n de la CDU y la CSU, los liberal

dem ‘cratas (FDP) han ca -do por debajo del 5 por ciento y podr -a

no lograr votos suficientes para quedarse en el Parlamento,

mucho menos conservar la coalici ‘n de centroderecha.

Eso podr -a abrir el camino para que los socialdem ‘cratas del

SPD, de centroizquierda, formen una coalici ‘n de gobierno con

Los Verdes, aunque ambos terminen por debajo de la alianza

CDU/CSU el d -a de las elecciones. Un escenario m ¡s probable es

una “gran coalici ‘n” entre los conservadores de Merkel y el SPD.

PIERDE FUERZA EN CIUDADES

Muchas de las posiciones que ha adoptado la CDU son

cuestiones que el SPD y los Verdes han pedido antes, y los

analistas se +/-alan que la estrategia est ¡ dise +/-ada para dejar al

centroizquierda sin temas importantes de campa +/-a.

Algunos analistas se +/-alan tambi (c)n que el centroizquierda

controla ahora la c ¡mara alta, el Bundesrat, y Merkel est ¡

cambiando de direcci ‘n voluntariamente en un ejercicio de

pragmatismo antes de verse obligada a virar.

“Merkel est ¡ quitando todos los asuntos a sus rivales para

que no tengan ning ?n tema con el que movilizar a sus propios

votantes”, se +/-al ‘ Thomas J ger, polit ‘logo de la Universidad de

Colonia. “Sabe que sus partidarios se tragar ¡n todo eso a

rega +/-adientes, el final del servicio militar y la energ -a

nuclear, la introducci ‘n de un salario m -nimo e incluso derechos

para las parejas gay”.

J ger dijo que Merkel est ¡ intentando modernizar la CDU, que

en el pasado se ha resistido a cambiar sus posiciones. La

formaci ‘n lleva tiempo perdiendo fuerza en centros urbanos, lo

que ha agravado la necesidad de tomar medidas. La CDU ya no

gobierna ninguna de las 10 ciudades m ¡s grandes de Alemania,

tras perder siete en los ?ltimos tres a +/-os, entre ellas

Stuttgart, Karlsruhe, Hamburgo, Fr ¡ncfort, Colonia y Duisburgo.

(Informaci ‘n de Erik Kirschbaum; Traducido por Cristina

Fuentes-Cantillana en la Redacci ‘n de Madrid)