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El fugitivo estadounidense Charles Hill escucha una pregunta durante una entrevista en La Habana, Cuba, el viernes 10 de julio de 2016. Hill, de 66 años, a quien se busca por el asesinato en 1971 de un policía en New Mexico, declaró a The Associated Press que sus contactos cubanos le garantizaron en fecha reciente que no afrontaba peligro de extradición. (AP Foto/Desmond Boylan)
Desmond Boylan / AP
El fugitivo estadounidense Charles Hill escucha una pregunta durante una entrevista en La Habana, Cuba, el viernes 10 de julio de 2016. Hill, de 66 años, a quien se busca por el asesinato en 1971 de un policía en New Mexico, declaró a The Associated Press que sus contactos cubanos le garantizaron en fecha reciente que no afrontaba peligro de extradición. (AP Foto/Desmond Boylan)
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LA HABANA (AP) – Dos fugitivos estadounidenses que huyeron a Cuba tras ser acusados de asesinar a policías dijeron el viernes que funcionarios cubanos les garantizaron que la distensión de las relaciones con el gobierno de Estados Unidos no llevará a su extradición.

Estados Unidos y Cuba sostuvieron una segunda ronda de diálogos sobre asuntos judiciales el mes pasado que en parte se dedicó a resolver el destino de un gran número de fugitivos luego de más de medio siglo con una cooperación prácticamente nula. Las conversaciones forman parte de una serie de negociaciones entre ambos países que buscan normalizar las relaciones después de que anunciaron un fin oficial a las hostilidades de la Guerra Fría el 17 de diciembre de 2014.

Las discusiones han avivado las esperanzas de las autoridades de Estados Unidos de que los fugitivos estadounidenses que por décadas han vivido en Cuba regresen a su país para enfrentar un juicio o cumplir sentencias en prisión bajo acuerdos de declaración de culpabilidad.

Charles Hill, un militante negro buscado por el asesinato en 1971 de un policía estatal de New Mexico, dijo a The Associated Press que contactos en el gobierno cubano le aseguraron recientemente que él no está en riesgo de ser extraditado. Nehanda Abiodun, otra militante negra buscada por el robo de un vehículo blindado en 1981 en el que murieron dos policías y un guardia de seguridad, dijo a la AP que ella recibió hace poco una promesa similar.

Cuba es hogar de decenas de personas buscadas por las autoridades en Estados Unidos por cargos que van desde fraude al Medicare hasta homicidios cometidos en nombre de los movimientos negros y puertorriqueños de las décadas de 1970 y 1980. Cuba ha pedido a Estados Unidos que devuelva una cantidad inferior de personas, entre ellas Luis Posada Carriles, el presunto artífice de una serie de atentados terroristas contra Cuba, entre ellos el ataque de 1976 contra un avión cubano que mató a las 73 personas a bordo.

La jefa de Cuba para asuntos estadounidenses dijo a la AP poco después de la declaración de la distensión de la relación bilateral que las autoridades cubanas tenían derecho a otorgar asilo a fugitivos estadounidenses, una señal de que la gente que el país llegó a considerar como un combatiente revolucionario seguirá segura. La más prominente de ellos es Assata Shakur, que se encuentra en la lista los terroristas más buscados por el FBI. Ella huyó de una prisión en la que cumplía una condena por asesinar a un agente estatal en New Jersey. Había sido vista con regularidad en La Habana después de haber huido a Cuba, pero en años recientes no ha sido vista ahí en público.

Hill dijo haber contactado a quienes manejan su caso en el gobierno cubano hace aproximadamente tres semanas al temer que los recientes reportes sobre los avances que se realizan en las negociaciones pudieran llevar a su extradición.

“Mi gente me aseguró que no, que no va a suceder”, indicó Hill. “Yo les dije que cuál es el estatus y ellos respondieron que no hay problema”.

“El futuro es muy difícil”, dijo. “No lo sé, pero creo que el gobierno cubano va a mantener su posición. Me siento muy tranquilo”.

Abiodun dijo que agentes cubanos le dijeron recientemente que ella continuaba a salvo en la isla.

“Me siento bien”, afirmó. “Me dijeron que está garantizada mi seguridad”.

“Estoy muy muy agradecida de su generosidad, no sólo para mí sino para otros camaradas que desafortunadamente han tenido que abandonar Estados Unidos debido a la opresión política”, agregó.

El jefe de la policía del estado de New Mexico, Pete Kassetas, dijo que el deshielo de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba le aumenta las esperanzas de que la isla facilite la entrega de estadounidenses acusados de crímenes violentos, incluido Hill.

Kassetas describió la huida de Hill de territorio estadounidense como un acto de cobardía y señaló que “si algún país puede garantizarle un juicio justo, es Estados Unidos”.

Kassetas expresó confianza en que Hill enfrente cargos federales por el secuestro en 1971 del avión que lo llevó a Cuba, además de cargos de homicidio a nivel estatal. Hill niega haber matado al agente estatal Robert Rosenbloom cuando ordenó que detuviera el vehículo en el que viajaba.

El senador federal estadounidense Tom Udall dijo el jueves que desea “aprovechar la reapertura de las relaciones con Cuba para llevar a Charlie Hill ante la justicia”.

El senador demócrata de New Mexico viajó en marzo a Cuba con el presidente Barack Obama y señaló que se reunió con las autoridades cubanas para examinar la posible entrega de Hill a Estados Unidos.

Dijo que el caso fue planteado en las últimas dos rondas de conversaciones sobre asuntos judiciales.

“He escuchado versiones periodísticas de que Charlie Hill quiere regresar a Estados Unidos”, declaró Udall en un correo electrónico. “Y yo lo alentaría y a su abogado a que trabajen con las autoridades policiales y el gobierno de Estados Unidos a fin de facilitar la transferencia”.

El abogado de Hill, Jason Flores-Williams, dijo que su cliente confiaba en permanecer en Cuba, pero la nueva era de la normalización entre Estados Unidos y Cuba ha provocado cierta incertidumbre.

“Debido a la normalización de las relaciones nos preocupa que Estados Unidos pudiera estar utilizando su influencia monetaria, como ha hecho en el pasado en América Latina, para tratar de meterse y lograr la extradición del señor Hill para poder apaciguar a las fuerzas policiales estadounidenses”, agregó.