Las autoridades del deporte mexicano habían puesto como meta para la delegación anfitriona de los XVI Juegos Panamericanos superar las 23 medallas de oro logradas en la edición de 1995 y rebasar el total de 80 preseas acumuladas en aquellos Juegos de Mar del Plata, Argentina.
México llegó al oro 24 a tres días del final de los Juegos y luego se dio vuelo subiendo al podio y escuchando una y otra vez su himno nacional al acabar con 42 títulos continentales y un total de 133 medallas panamericanas, para ubicarse en el cuarto lugar del cuadro general de medallas por primera vez desde 1975, cuando los Panamericanos se realizaron en la Ciudad de México.
Especial mención merece el equipo mexicano de clavados, liderado por Paola Espinosa y Yahel Castillo, que barrió con las ocho medallas de oro en disputa en la fosa. La gimnasta rítmica Cynthia Valdez, compitiendo en su natal Guadalajara, obtuvo dos oros y cinco metales en total, el fútbol cumplió con un obligado campeonato al derrotar a Argentina y los equipos de baloncesto dieron la sorpresa al llegar hasta las finales varonil y femenil, a pesar de que hasta faltando pocas semanas para el inicio de la llamada ‘Fiesta de América’ no había selecciones formales debido a una larga disputa federativa que ha frenado el impulso al baloncesto en México.
Los mexicanos, sin embargo, tuvieron que refrenar un poco sus ímpetus triunfalistas al recordar que 15 de los títulos llegaron en deportes que no son parte del programa olímpico: México obtuvo cinco medallas de oro en frontón, cinco en racquetbol, cuatro en squash y uno en karate.
Como era de esperarse, Estados Unidos, Cuba y Brasil dominaron en Guadalajara. La delegación estadounidense, muy lejos de estar integrada por sus mejores atletas, obtuvo 236 medallas, de las cuales 92 fueron de oro (18 en natación), mientras que Cuba tuvo 136 preseas, 58 doradas (18 en atletismo). Brasil fue tercero con 141 medallas, 48 de oro y tuvo al atleta más prolífero de los Juegos, el nadador Thiago Pereira, quien se colgó seis oros, una plata y un bronce.
El país de la región centroamericana que mejor lo hizo fue Guatemala, undécimo del cuadro de medallas. Los atletas chapines lograron 15 preseas en total, siete de ellas de oro, luego de que en 2007 sólo tuvieron dos y en 2003 ninguna. Guatemala ganó los 20 kilómetros de marcha varonil, con Erick Barrondo, y femenil con Jamy Amarilis Franco, además una plata y un bronce en la misma disciplina. Mientras que la ciclista Evelyn Yesenia García le dio a El Salvador su solitaria presea, una plata en la prueba de ruta contrarreloj.
