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A screen displays the news of the Federal Reserve's rate change as traders work and watch at the New York Stock Exchange in New York, Wednesday, July 27, 2022. Stocks on Wall Street are solidly higher in afternoon trading Wednesday after the Federal Reserve raised its key interest rate by a widely expected three-quarters of a point as the central bank ratchets up its campaign to quell surging inflation. (AP Photo/Seth Wenig)
Seth Wenig/AP
A screen displays the news of the Federal Reserve’s rate change as traders work and watch at the New York Stock Exchange in New York, Wednesday, July 27, 2022. Stocks on Wall Street are solidly higher in afternoon trading Wednesday after the Federal Reserve raised its key interest rate by a widely expected three-quarters of a point as the central bank ratchets up its campaign to quell surging inflation. (AP Photo/Seth Wenig)
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La Reserva Federal de Estados Unidos aumentó el miércoles su tasa de interés referencial en tres cuartos de punto por segunda vez consecutiva, intensificando sus esfuerzos por combatir la inflación.

Con ello, la tasa usada para gran parte de los préstamos personales y empresariales sube a un rango de entre 2.25% y 2.5%, su nivel más alto desde 2018.

La decisión del banco central estadounidense ocurre en medio de una inflación que ronda el 9.1%, su nivel más alto en 41 años. Refleja su creciente empeño en poner coto a los aumentos de precios.

Al aumentar las tasas de interés, se hace más difícil incurrir en una hipoteca, comprar un vehículo o conseguir un crédito empresarial. Ello hace que la gente y las compañías por lo general estén más renuentes a pedir prestado y a gastar más. Al enfriarse la actividad económica, baja la inflación.

El banco central estadounidense optó por restringir el crédito incluso cuando hay indicios de que la economía se está frenando, lo que aumenta la probabilidad de causar una recesión.

El aumento de la inflación y los temores de una recesión han mermado la confianza del consumidor y han generado ansiedad pública hacia la economía, que está dando señales contradictorias.

La difícil situación económica ha hecho bajar la popularidad del presidente Joe Biden y ocurre justo cuando faltan pocos meses para las elecciones legislativas de noviembre. Ello aumenta la probabilidad de que los demócratas pierdan sus mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado.

Los aumentos de las tasas de interés han trastocado el mercado de vivienda, que es particularmente delicado ante las variaciones del crédito. La tasa promedio para una hipoteca fija a 30 años prácticamente se ha duplicado en espacio de un año al llegar a 5.5% y las ventas de viviendas han caído en picada.

Al mismo tiempo, los consumidores están dando indicios de estar reduciendo sus gastos y, según sondeos empresariales, las ventas están disminuyendo.

La Reserva Federal está tratando de atenuar el crecimiento económico lo suficiente para mantener a raya a la inflación, pero sin provocar una recesión.

El gobierno estadounidense publicará el jueves la cifra de crecimiento económico para el lapso abril-junio y hay quienes opinan que mostrará una contracción.