CHICAGO –
Dicen que soñar no cuesta nada, pero despertar a la triste realidad si cuesta y mucho. Luego que la Asociación Mexicana de Árbitros (AMA) frenara abruptamente sus labores la víspera de la Fecha 10 de la
, reanudaron labores dentro del torneo copero con una ligera luz de mejor desempeño por parte de los nazarenos, para dar luego al traste en la pasada Fecha 11, nuevamente con actuaciones dignas de una burla dantesca.
Pero no solo las ternas de las ineptas cuartetas aportaron con sus actuaciones material suficiente para redactar ésta y cientos de notas más. El argentino Mauro Boselli anotó gol con la mano ante Toluca, tuvo el descaro de celebrarlo ante la endiablada zaga choricera que en vano reclamó la falta e hizo oídos sordos ante la petición del cancerbero Talavera que le exigía honestidad para revertir la decisión del juez central.
Peor aún, tuvo la desfachatez de admitir su mano vía Twitter un día después argumentando lo siguiente: “Tuve que ver la jugada en el entretiempo para darme cuenta que no había rozado la pelota primero con la cabeza”.
Vaya, resultó ser un insensible física y moralmente. Aunque fue sancionado de oficio queda marcado por tramposo aunque de nada sirvió esa anotación pues los esmeraldas perdieron el cotejo en su casa y siguen en caída libre.
Otro suceso no menos reprobable fue protagonizado por Miguel Herrera, quien se hizo de palabras con un aficionado retándolo a los golpes. El video captado por un aficionado dejó al descubierto un amplio repertorio del infame léxico calenturiento del agitado ‘Piojo’ que vuelve a caer en provocaciones, marcando negativamente su carrera profesional (de nuevo) en momentos donde especula sobre su continuidad con el equipo fronterizo para la próxima temporada o su regreso al ‘Nido’ de Coapa.
Por su parte en el juego Pumas contra América, pseudo aficionados universitarios volvieron a causar disturbios en las inmediaciones del inmueble, intentaron impedir las labores de un reportero de ESPN, y en el festejo del segundo gol americanista lanzaron un vaso que aparentemente golpeó a Cecilio Domínguez. Acción totalmente reprobable, aunque después de ver el ridículo e infame veto de un solo partido al Estadio Luis ‘Pirata’ Fuente de Veracruz por la batalla campal en las gradas, no se puede esperar siquiera la amenaza de veto a la casa de Pumas de parte de la inepta Comisión Disciplinaria, aunque reza el dicho que “con la vara que mides serás medido”. A estos infames reparte reglas de pantalón largo ni con la varita mágica de Harry Potter les sale un truco de buena aplicación del reglamento.
Y para cerrar con un bochorno mayor y acumulando más piedras en la vesícula que una mina de grava, resultó ser un mexicano quien robó el jersey de Brady, valorado en medio millón de ‘Benjamines’. De por sí no nos quieren.
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