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La ola de calor más intensa que golpeó el área metropolitana de Chicago desde 1999, con temperaturas por arriba de los 100 grados Fahrenheit, dejó hasta el lunes 11 personas muertas, de acuerdo con la oficina del médico forense del condado de Cook.

Y tras los días calor extremo, las tormentas ocasionaron cientos de inundaciones.

El viernes el médico forense reportó que siete personas habían muerto por el calor y el fin de semana se sumaron cuatro más, la mayoría de ellas de edad avanzada, dos en Chicago y otra persona en Oak Lawn.

Sandra Rollins, de 50 años, fue encontrada muerta en su apartamento en la cuadra 1700 E. 78th St., el sábado, La policía la encontró muerta, y la oficina del médico forense determinó que murió de una enfermedad cardiaca y por estrés por calor.

Archie Jones, de 68 años, de la cuadra 3900 de W. Monroe St., fue encontrado muerto el sábado, dijo la policía de Chicago. La policía encontró al hombre muerto en su apartamento. Jones también murió de una enfermedad cardíaca y por la tensión del calor, según el médico forense.

Dee Tribb, de 88 años, de la cuadra 9500 Campbell Ave., fue encontrado muerto el sábado. La policía no pudo proporcionar información sobre la investigación de su muerte. Pero el médico forense dijo que Tribb también murió a causa de enfermedades del corazón y estrés por calor.

El sábado, el médico forense determinó que David Nikuni, de 59 años, de la cuadra 900 de W. Gunnison Ave., había muerto de calor. Nikuni fue encontrado muerto en su casa el viernes.

Los otros fallecimientos en Chicago fueron los de Thomas Garay, de 58 años, de la cuadra, 2600 W. Crystal St.; Christine Snell, de 86, de la cuadra 10100 S. Rhodes Ave.; Haywood McCoy, de 84, de la cuadra 1400 S. Pulaski Rd.; Greg Wolf, de 47, de la cuadra 1300 S. Kildare Ave., Hezekiah Williams, de 93, de la cuadra 4800 W. Arthington St.; Daisy Davis, de 87, de la cuadra 5600 S. Carpenter St.; y Elizabeth Childs, de 87, de la cuadra 200 W. 155th St. en Calumet City.

Inundados

Y tras los días de extremo calor, electrodomésticos, muebles y alfombras en los callejones dejaron las inundaciones en los suburbios y Chicago.

También se quedaron entre la población casas húmedas con olor a alcantarilla y preocupación por la proliferación insectos y bacterias.

En Des Plaines, el agua le llegó a la cintura a los ocupantes de algunas residencias de ese suburbio.

“Hemos tenido las Cataratas del Niágara en casa”, dijo Bernardette Bittolo, de 53 años de edad, mientras secaba lo recuperable de su hogar. “Esto fue devastador. No podemos dormir”, añadió.

De acuerdo con funcionarios de la ciudad, cerca de 7 pulgadas de lluvia cayeron en Des Plaines, en un período de tres horas el sábado y el crecimiento del Río Des Plaines fue de 7.5 pies.

Un estado de emergencia local fue declarado mientras equipos de emergencia colocaban costales de arena alrededor de la ciudad; y mientras los bomberos rescataban a residentes de viviendas y edificios.

Aunque los niveles de agua disminuyeron el lunes por la mañana, los residentes seguían limpiando sus propiedades y evaluando los daños.

En Chicago el servicio de trenes y autobuses se vio afectado el sábado; y se reportaron cientos de casa inundadas el fin de semana.

En tanto las advertencias de inundaciones continúan, hasta el próximo miércoles.

Con información de Chicago Tribune