* Fotoblog de Ch ¡vez http://link.reuters.com/tys68s
Por Diego Or (c)
CARACAS, 11 jun (Reuters) – Ni una prolongada huelga
petrolera, ni un golpe de Estado, ni siquiera un c ¡ncer han
podido alejar del poder al presidente venezolano Hugo Ch ¡vez,
que desde 1999 conduce al pa -s a toda velocidad hacia un estado
socialista.
El histri ‘nico militar retirado de 57 a +/-os, capaz de dar
discursos de horas para repetir infinitamente el mismo mensaje
contra el capitalismo, busca una nueva victoria electoral que le
permitir -a extender su Gobierno a cerca de dos d (c)cadas, una
clara se +/-al de que pese a su grave enfermedad no est ¡ en su ADN
tirar la toalla.
Pese a la inscripci ‘n formal de su candidatura el lunes, la
falta de informaci ‘n sobre su estado de salud mantendr ¡ las
dudas sobre el futuro del pa -s y no ceder ¡n las especulaciones
sobre el destino del hombre que agudiz ‘ la polarizaci ‘n en el
pa -s caribe +/-o.
El masivo acto que prepar ‘ el Gobierno este lunes es una
pieza repetida en la historia pol -tica de Ch ¡vez, que est ¡
plagada de retornos fastuosos y reinvenciones.
En abril del 2002, tras d -as de furibundas protestas, sufri ‘
un golpe de Estado. Dos d -as despu (c)s, estaba nuevamente en el
poder listo para dar comienzo a un proceso mucho m ¡s radical de
cambios pol -ticos.
En el 2007, sufri ‘ una estrecha derrota en un referendo
constitucional con el que buscaba una serie de enmiendas a la
carta magna, entre ellas la eliminaci ‘n de los l -mites a la
reelecci ‘n presidencial.
Muchos creyeron que era el principio del fin de su ciclo,
pero poco despu (c)s lanz ‘ un nuevo referendo para poder ser
reelegido sin l -mites, y sali ‘ victorioso.
Ahora enfrentar ¡ lo que promete ser una re +/-ida elecci ‘n
frente al joven opositor Henrique Capriles, que representa a una
coalici ‘n opositora y se muestra como un pol -tico en (c)rgico que
visita casa por casa a los venezolanos.
Ch ¡vez cuenta con el aparato de propaganda oficial, una
poderosa maquinaria que lo sigue d -a y noche, pero el c ¡ncer
limitar -a su capacidad de hacer campa +/-a de cuerpo presente, una
poderosa arma pol -tica.
VELOCIDAD CRUCERO
Antes de que le fuera diagnosticado c ¡ncer, Ch ¡vez no se
deten -a ni por un momento. Llev ‘ su salud al m ¡ximo durmiendo
dos o tres horas diarias, viajando sin parar en su moderno
Airbus A-319 y tomando hasta 40 tazas de caf (c) al d -a para poder
esparcir su influencia por el mundo, desde Bolivia hasta Siria.
“Estoy aqu – asumi (c)ndolo y as – lo confieso al pa -s,
lamentablemente no seguir (c) siendo el caballo, a veces desbocado
(…) Prefiero la fuerza del b ?falo antes que la del caballo”,
dijo el mes pasado.
“Ahora estoy trabajando seg ?n la ley manda ocho horas
diarias, descansando, siguiendo una dieta”, coment ‘ en uno de
sus constantes contactos telef ‘nicos con la televisora estatal.
En los ?ltimos meses la figura del presidente reflej ‘ paso a
paso el tratamiento m (c)dico que estaba atravesando.
La huella de la enfermedad recorri ‘ el rostro de un
mandatario siempre expuesto a los medios: delgado y d (c)bil tras
el primer posoperatorio; con el rostro hinchado y el cabello
rapado durante la quimioterapia; macilento y agotado tras su
tercer paso por el quir ‘fano en menos de un a +/-o.
“Dame tu corona Jes ?s, dame tu cruz, tus espinas que yo
sangro, no me lleves todav -a”, dijo entre l ¡grimas Ch ¡vez en
abril durante una misa por su salud en su natal Barinas.
ECONOMIA
La salud de Ch ¡vez inunda todo, pero el Gobierno tambi (c)n
enfrenta otros problemas: una inflaci ‘n galopante, una crisis de
los servicios p ?blicos, -ndices de criminalidad brutales y
problemas financieros en el coraz ‘n del modelo econ ‘mico, la
petrolera estatal PDVSA.
Durante su gobierno, Ch ¡vez reg ‘ con petr ‘leo barato a la
regi ‘n tras la firma de acuerdos bilaterales de provisi ‘n de
crudo y derivados a cambio de otros bienes para crear lazos
pol -ticos con muchos pa -ses.
Pero esos acuerdos han golpeado las finanzas de la petrolera
estatal y generan dudas sobre la sostenibilidad de la firma,
financista de los programas sociales que sostienen la
popularidad del presidente.
El l -der socialista ha hecho reformas de todo tipo. Ni bien
asumi ‘ cambi ‘ el nombre del pa -s a Rep ?blica Bolivariana de
Venezuela, aprob ‘ una nueva carta magna para lo cual fue
disuelto el Congreso, agreg ‘ una estrella a la bandera y hasta
quit ‘ 30 minutos del huso horario.
Pero sus movimientos m ¡s pol (c)micos han estado ligados a la
nacionalizaci ‘n de millonarios proyectos petroleros y empresas
de casi todas las industrias, con el objetivo de convertir a
Venezuela en un estado 100 por ciento socialista.
(Editado por C (c)sar Illiano)