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Por William James y Michael Holden

LONDRES, 3 dic (Reuters) – La polic -a brit ¡nica est ¡

evaluando si el personal del diario The Guardian deber -a ser

investigado por acusaciones de terrorismo tras haber publicado

material filtrado por el ex analista estadounidense Edward

Snowden, dijo el martes un funcionario.

El anuncio se produjo despu (c)s de que el editor del The

Guardian, Alan Rusbridger, citado por la Comisi ‘n de Asuntos

Internos del Parlamento, fuera acusado por legisladores de

ayudar a “terroristas” a divulgar informaci ‘n clasificada y

compartirla con otras organizaciones de medios.

El The Guardian estuvo entre los numerosos diarios que

publicaron las revelaciones del ex contratista de inteligencia

Snowden sobre las extendidas pr ¡cticas de espionaje de la

Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) y su

contraparte brit ¡nica, la GCHO.

La comisionada adjunta Cressida Dick, que encabeza la unidad

de Operaciones Especiales de Londres, dijo a los legisladores

que la polic -a quer -a determinar si se hab -an cometido delitos,

luego de la breve detenci ‘n en agosto de un joven brasile +/-o que

portaba datos dirigidos a un periodista del The Guardian.

Funcionarios de seguridad han dicho que los datos provistos

por Snowden incluyen detalles sobre esp -as brit ¡nicos y que su

publicaci ‘n puso vidas en riesgo. Rusbridger dijo al comit (c) que

su diario hab -a evitado la divulgaci ‘n de cierta informaci ‘n.

“Despu (c)s de haber revisado el material, parece posible que

ciertas personas hayan cometido ofensas”, sostuvo Dick. “Debemos

establecer si (c)stas ofensas se cometieron o no”, asever ‘.

David Miranda, la pareja del periodista Glenn Greenwald –

quien public ‘ por primera vez los archivos de Snowden – fue

interrogado bajo la ley antiterrorista cuando aterriz ‘ en el

aeropuerto de Londres en camino hacia R -o de Janeiro, y el

material que llevaba en su computadora fue incautado.

Los legisladores dijeron a Rusbridger que hab -a cometido una

ofensa bajo el art -culo 58A de la ley de terrorismo, que indica

que es un crimen publicar o comunicar cualquier informaci ‘n

sobre miembros de las fuerzas armadas o los servicios de

inteligencia.

“No se trata solamente de lo que usted public ‘, sino de lo

que comunic ‘. Eso es lo que representa o puede representar una

ofensa criminal”, dijo Michael Ellis, miembro del comit (c)

parlamentario.

Durante su testimonio, Rusbridger defendi ‘ su decisi ‘n de

divulgar el material filtrado y dijo que el diario utiliz ‘ menos

del 1 por ciento de la informaci ‘n provista, dejando el resto a

buen resguardo.

“Hemos publicado creo 26 documentos hasta el momento de los

58.000 que hemos visto, o m ¡s de 58.000. As – que hemos usado un

criterio muy selectivo sobre qu (c) publicar”, destac ‘. “No hemos

publicado nombres y no hemos perdido el control de ning ?n

nombre”, sostuvo.

En los ?ltimos seis meses, los art -culos del The Guardian

mostraron que Estados Unidos y algunos de sus aliados, entre

ellos Gran Breta +/-a, interceptaron comunicaciones por tel (c)fono,

correo electr ‘nico y redes sociales a una escala antes

impensable.

La revelaci ‘n provoc ‘ fuertes disputas diplom ¡ticas y gener ‘

un debate internacional sobre las libertades civiles.

(Reporte adicional de Freya Berry y Silvia Antonioli. Editado

en espa +/-ol por Marion Giraldo)