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Por Anthony Boadle y Esteban Israel

BRASILIA/SAO PAULO (Reuters) – Un plan del Gobierno para blindar a Brasil del supuesto espionaje estadounidense forzando a las empresas de Internet a almacenar en el pa -s los datos de los usuarios locales est ¡ encontrando una creciente oposici ‘n en el Congreso, dijeron el lunes pol -ticos.

La ley fue propuesta por la presidenta Dilma Rousseff tras reportes de que la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA, por su sigla en ingl (c)s) espi ‘ sus emails y conversaciones telef ‘nicas, al igual que las de muchos brasile +/-os.

La exigencia de almacenar los datos en Brasil es rechazada por las compa +/- -as de Internet, que la ven como un obst ¡culo para sus servicios en la mayor econom -a de Am (c)rica Latina.

Y la lista de esc (c)pticos incluye ahora tambi (c)n al principal partido pol -tico de Brasil, aliado de Rousseff en la coalici ‘n de Gobierno, e incluso al autor del proyecto de ley.

La demanda de instalar centros de datos locales fue agregada a un proyecto de ley del 2011 que pretende proteger los derechos civiles y la privacidad de los usuarios de Internet en Brasil y que podr -a ser votado en la C ¡mara baja del Congreso tan pronto como esta semana.

Si es aprobada, la nueva ley podr -a impactar la forma en que Google, Facebook, Twitter y otras grandes firmas de Internet operan en uno de sus mayores mercados globales.

La industria dice que la medida no solucionar -a el problema de la seguridad, puesto que los datos ser -an replicados tambi (c)n en servidores fuera de Brasil. Las empresas temen que en cambio eleve sus costos y limite su capacidad de ofrecer nuevos servicios en Brasil.

Pese a las cr -ticas de grupos de presi ‘n internacionales, Rousseff insiste en que el Congreso vote lo antes posible sobre el proyecto de ley, bautizado en Brasil como la “Constituci ‘n de Internet”.

El autor de la propuesta, el diputado Alessandro Molon del Partido de los Trabajadores de Rousseff, se opone al requisito de los centros de datos.

“Hay mucha presi ‘n del Gobierno para que los centros de datos est (c)n en Brasil”, dijo a Reuters un portavoz de Molon.

Y agreg ‘ que Molon est ¡ intentando negociar la exclusi ‘n de la controvertida propuesta de la ley.

El mayor partido de Brasil, el PMDB, tambi (c)n se opone al requisito de la localizaci ‘n de datos, seg ?n su l -der en la C ¡mara baja, Eduardo Cunha.

Cunha apoy ‘ originalmente la propuesta de Rousseff, pero dijo a Reuters que acatar -a la l -nea de su partido.

NEUTRALIDAD DE LA RED

Cunha ha criticado duramente otro requisito del proyecto de ley, su neutralidad, a la que se oponen las empresas de telecomunicaciones pues les impedir -a cobrar precios diferentes seg ?n el uso de Internet y la velocidad de descarga de datos.

El Gobierno de Rousseff ha insistido en que la neutralidad, que dice que los proveedores de acceso y reguladores no pueden restringir el acceso al contenido en la red, debe seguir siendo el elemento central de la ley.

Sin embargo, tras las revelaciones de espionaje de Estados Unidos basadas en documentos filtrados por el ex contratista de la NSA Edward Snowden, la demanda de que las firmas de Internet guarden sus datos en el pa -s se volvi ‘ una prioridad pol -tica para Rousseff.

Enfurecida por los reportes de espionaje, la mandataria cancel ‘ una visita de Estado a Washington y denunci ‘ el masivo esquema de vigilancia electr ‘nica durante un discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas.

Y la creciente oposici ‘n en el Congreso podr -a obligar a la presidenta a reducir su oposici ‘n a la neutralidad de la red.

Las empresas de comunicaciones aumentaron su oposici ‘n a la neutralidad y quieren que sea diluida o removida del texto.

Seg ?n Ronaldo Lemos, un profesor de la Universidad del Estado de R -o de Janeiro que ayud ‘ a redactar la propuesta original, eso convertir -a una ley modelo en un modelo de lo que no hay que hacer con la Internet.

“Podemos terminar con una ley que renuncia a la neutralidad de la red y obliga a las compa +/- -as a tener centros de datos en Brasil”, dijo.

“Esto puede ser peor que el espionaje. Estar -amos d ¡ndole a un sector empresarial, las compa +/- -as de telecomunicaciones, el poder de decidir el futuro de la Internet en Brasil”, a +/-adi ‘.

(Reporte de Anthony Boadle en Brasilia y Esteban Israel en Sao Paulo; Editado por Silene Ram -rez)