Skip to content
Soldados montan guardia frente a la sede olímpica de Deodoro el 20 de abril del 2016. Las autoridades prometen un despliegue sin precedentes para garantizar la seguridad de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, pero el astro de fútbol Rivaldo aconsejó a los extranjeros no visitar la ciudad debido a la violencia y los demá problemas que enfrenta el país. (AP Photo/Silvia Izquierdo)
Silvia Izquierdo / AP
Soldados montan guardia frente a la sede olímpica de Deodoro el 20 de abril del 2016. Las autoridades prometen un despliegue sin precedentes para garantizar la seguridad de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, pero el astro de fútbol Rivaldo aconsejó a los extranjeros no visitar la ciudad debido a la violencia y los demá problemas que enfrenta el país. (AP Photo/Silvia Izquierdo)
PUBLISHED: | UPDATED:

RIO DE JANEIRO (AP) – Rivaldo dice que quienes viajen a Río de Janeiro para asistir a los Juegos Olímpicos “pondrán sus vidas en peligro” debido a la violencia endémica de la ciudad.

El astro de fútbol hizo el comentario en su cuenta de Instagram, aludiendo al caso de una niña de 17 años que falleció el sábado durante una balacera.

“Las cosas están cada día más feas”, dijo Rivaldo. “Le aconsejo a todos los que piensen venir a Brasil para los juegos de Río que se queden en casa. Pondrán sus vidas en peligro aquí. Y ni qué hablar del estado de los hospitales públicos ni del embrollo político” en que se encuentra Brasil, cuya presidenta Dilma Roussef enfrenta un juicio político, agregó Rivaldo.

“Solo Dios puede cambiar las cosas en nuestro Brasil”, señaló.

Amnistía Internacional dijo recientemente que al menos 11 personas murieron en abril a manos de la policía en tiroteos en las favelas de Río. Agregó que la policía mató a al menos 307 personas el año pasado.

La violencia es uno de numerosos problemas que enfrentan los primeros juegos olímpicos sudamericanos. Si bien las instalaciones están casi todas listas, hay un brote de zika, el agua está contaminada y las ventas de entradas alarman a los organizadores. Brasil, por otro lado, padece su peor recesión en décadas y la presidenta se tambalea en la cuerda floja.