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WASHINGTON (AP) – Ante la creciente oposición entre los propios republicanos, el presidente de una comisión de la Cámara de Representantes dice que hará cambios importantes a las tarifas a las importaciones que propuso ese partido.

El representante Kevin Brady dice que está trabajando en ajustes tanto al enfoque de las tarifas como a la forma escalonada en que serán implementadas. Brady, un republicano de Texas, no dio detalles, pero dijo que se reúne periódicamente con miembros del equipo económico del presidente Donald Trump para hablar del tema.

El gobierno ha emitido señales mixtas en torno a las tarifas.

Brady, quien preside la Comisión de Medios y Arbitrios, que redacta las leyes impositivas, dijo que los cambios obedecen a los comentarios de empresarios, individuos y, lo que es tal vez más importantes, los senadores republicanos.

Ni un solo senador republicano ha apoyado públicamente las tarifas. Y cada vez más se oponen.

“Creo que lo que hay que hacer es trabajar para reducir y resolver las diferencias en torno a estas medidas, siempre con el objetivo de fijar los impuestos más bajos de la historia moderna para quienes generan empleos”, manifestó.

Brady analiza estos cambios mientras busca formas de trabajar con los demócratas en una reforma total a las leyes impositivas. El miércoles sostuvo un encuentro con miembros demócratas de su comisión que uno de ellos describió como cordial, pero preliminar.

“Todavía no se está negociando nada. Solo escuchamos lo que tienen que decir”, declaró el representante demócrata Joseph Crowley.

Cada vez más representantes de la cámara baja dicen que la reforma impositiva debería ser una iniciativa bipartidista, especialmente después del fiasco que sufrieron con una reforma al plan de salud que intentaron aprobar sin el apoyo demócrata. Temen que la reforma impositiva tropiece también con la oposición de muchos representantes republicanos.

A partir de las nuevas tarifas aduaneras, los bienes y servicios importados deberán pagar impuestos a las ganancias, como ya hacen los bienes y servicios nacionales. Las exportaciones estarían exentas.

Estas tarifas con una parte central del plan republicano de reducir el impuesto a las ganancias de las grandes corporaciones del 35% al 20%. Recaudarían más de mil billones de dólares a lo largo de una década para ayudar a rebajar los impuestos en general.

Los líderes republicanos dicen que el impuesto hará que las empresas nacionales sean más competitivas en relación con las extranjeras y alentará a que las compañías no se vayan e incluso a que regresen.

La mayoría de la población está de acuerdo en que el actual sistema impositivo premia a las firmas que mandan sus operaciones y puestos de trabajo al exterior.

Los sectores que dependen de las importaciones, incluidos los minoristas, casas automotrices y refinerías de petróleo, dicen que el impuesto será transferido a los consumidores con aumentos de precios. Y hay quienes advierten que el impuesto violaría las normas de la Organización Mundial de Comercio.

Un grupo de minoristas encabezado por Walmart, Target, Toyota, Best Buy y otros lanzó una campaña oponiéndose a las tarifas.

En el otro extremo, Boeing, Caterpillar, General Electric y otras empresas grandes dicen que las tarifas beneficiarán a las industrias estadounidenses, lo que constituye una de las promesas que hizo Trump en su campaña.

Los economistas dicen que, en teoría, las tarifas harían que el dólar se cotizase más en relación con otras divisas. Esto haría que las importaciones resulten más baratas y las exportaciones más costosas, reduciendo o incluso eliminando el impacto que puedan tener las tarifas en los precios al consumidor.

Pero no hay consenso entre los economistas en torno a cómo funcionará todo esto en el mundo real. Dado que las tarifas representan un cambio radical respecto al actual sistema, muchos legisladores de ambos partidos se sienten inquietos.

“Me gustaría ver una norma de transición que me garantice que no estamos eligiendo ganadores y perdedores, que es aprobada por la OMC y que no transfiere los costos a los consumidores”, dijo el representante republicano James Renacci, miembro de la Comisión de Medios y Arbitrios.

Renacci está trabajando en su propio proyecto impositivo, que no incluye impuestos a las importaciones.

“No creo que el gobierno deba elegir ganadores y perdedores, ya sea en la industria automotriz o en la reforma impositiva”, manifestó.