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Turistas rusos facturan para viajar a San Petersburgo, Rusia, desde el aeropuerto internacional de Sharm el Sheij, en el sur de Sinaí, Egipto, el jueves 5 de noviembre de 2015. (AP Foto/Thomas Hartwell)
Thomas Hartwell / AP
Turistas rusos facturan para viajar a San Petersburgo, Rusia, desde el aeropuerto internacional de Sharm el Sheij, en el sur de Sinaí, Egipto, el jueves 5 de noviembre de 2015. (AP Foto/Thomas Hartwell)
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SHARM EL-SHEIJ, Egipto (AP) – Cientos de turistas británicos varados en el balneario egipcio de Sharm el-Sheij esperaban ansiosos el viernes para conseguir un vuelo a casa, y la aerolínea de bajo coste easyJet dijo que el gobierno egipcio había interrumpido algunos de sus vuelos desde el Sinaí, la región donde se estrelló un avión ruso de pasajeros.

La tensión era alta y un indignado turista británico, que llevaba desde la madrugada en el aeropuerto, arengó al embajador británico John Coasson con airados gritos de “¿Cuándo nos vamos a casa?”.

Londres suspendió el miércoles todos los vuelos con destino y origen en el territorio egipcio en la península del Sinaí, señalando que había una “posibilidad significativa” de que un avión ruso estrellado el sábado con 224 personas a bordo hubiera sido derribado por una bomba.

Las autoridades británicas volvieron a autorizar los vuelos a partir del viernes, aunque sólo se permitía a los pasajeros a llevar con ellos las valijas de mano. EasyJet tenía previsto gestionar 10 vuelos desde el balneario en el mar Rojo, pero señaló que ocho de los vuelos no podrían salir porque Egipto los había suspendido. “Estamos trabajando en una solución con el gobierno británico al más alto nivel”, dijo en un comunicado la aerolínea.

El Cairo no indicó qué había alterado los planes de vuelo. Otras dos compañías, Monarch y British Airways, señalaron que seguían teniendo previsto operar varios vuelos de vuelta desde el Sinaí el viernes.

Es probable que las cancelaciones afecten a los intentos de Londres de repatriar de forma continuada a los 20.000 ciudadanos británicos que se estima hay en Sharm el-Sheij. El secretario de Transportes Patrick McLoughlin había dicho antes el viernes que “la mayoría de la gente que espera estar en casa esta noche estará en casa esta noche”.

Sobre el terreno en Sharm el-Sheij, el empleado Mohamed Abdel Fatá, que trabaja en la gestión de equipajes de easyJet, dijo que dos de los vuelos a Gran Bretaña de la aerolínea asequible habían facturado. Dijo al resto de los pasajeros que regresaran a sus hoteles “hasta que haya nuevas noticias”.

Una de las pasajeras británicas, Carla Dublin, preguntó por qué “de pronto se paró todo”.

“No sabemos lo que ocurre”, dijo.

Casson, el embajador, intentó tranquilizar a los turistas y señaló que habrá “más vuelos durante el día” y que las autoridades británicas “seguirán trabajando hasta que todo el mundo esté en casa”.

“Estos son problemas difíciles, con desafíos, este es un aeropuerto atareado y necesitamos asegurarnos de que la gente sale de forma segura”, dijo.

Mientras tanto, la policía egipcia realizaba en torno al aeropuerto de Sharm el-Sheik inspecciones de seguridad ampliadas en docenas de autobuses que llevaban a turistas británicos y rusos. La fila de vehículos que esperaban se extendía hasta un kilómetro (media milla) mientras la policía revisaba cada autobús.

Egipto y Rusia rechazaron el jueves los comentarios occidentales sobre que el siniestro que mató a 224 personas pudo deberse a una bomba, y afirmaron que las especulaciones eran un juicio apresurado y que la investigación debe seguir su curso. Los gobiernos británico y estadounidense han evitado atribuir de forma categórica la culpa sobre lo ocurrido, pero el primer ministro británico, David Cameron, dijo el jueves que “lo más probable” es que se debiera a una bomba.

Varias aerolíneas cancelaron los vuelos a y desde el balneario en el mar Rojo, dejando a miles de turistas varados. Gran Bretaña señaló después que se reanudarían los viajes con medidas de seguridad adicionales, entre ellas el requisito de que los pasajeros sólo llevaran equipaje de mano. Las valijas facturadas se transportarían por separado. Esta medida sólo afectaría a las salidas desde Sharm el-Sheij, dijeron las autoridades británicas.

En el abarrotado aeropuerto de Sharm el-Sheij, los turistas británicos decían el viernes que sólo querían llegar a casa.

“Estábamos en los primeros vuelos que se cancelaron el miércoles por la noche, ya estábamos esperando para embarcar”, dijo Amy Johnson, una auxiliar administrativa británica de 27 años que esperaba subir a uno de los vuelos de EasyJet que salían el viernes.

De pie entre una multitud de cientos de personas que esperaban a pasar los controles de seguridad, otro turista, Terrance Mathurian, un constructor británico que viajaba con su familia, dijo que el personal del hotel le había dicho por la mañana que saliera hacia el aeropuerto tras recibir información contradictoria.

En una decisión poco habitual, la aerolínea holandesa KLM indicó a sus pasajeros que salían de la capital egipcia, El Cairo, que sólo podrían llevar equipaje de mano a bordo del avión que despegaba el viernes. La medida “se basa en información nacional e internacional y como precaución”, indicó en su sitio web la operadora.

La empresa no dio más detalles, y no estaba claro por qué se impondrían medidas de esta clase en el aeropuerto de El Cairo. KLM, que no tiene vuelos directos a Sharm el-Sheij, no indicó en qué se basaba su medida, y hasta ahora no se ha anunciado nada sobre la investigación.

El vuelo KL554 desde El Cairo con destino a Ámsterdam salió el viernes por la mañana con sólo 115 pasajeros de los 247 con billetes reservados, según las autoridades de seguridad en el aeropuerto cairota.

La decisión del gobierno holandés de emitir una recomendación negativa esta semana para los viajes al aeropuerto de Sharm el-Sheij está relacionada con una seguridad laxa, dijo el viernes el ministro holandés de Exteriores.