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Empleados lesionados de Médicos Sin Fronteras después de la explosión cerca de su hospital en Kunduz, el sábado 3 de octubre de 2015. Murieron por lo menos 22 personas y docenas más resultaron heridas por un bombardeo. (Médecins Sans Frontières vía AP)
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Empleados lesionados de Médicos Sin Fronteras después de la explosión cerca de su hospital en Kunduz, el sábado 3 de octubre de 2015. Murieron por lo menos 22 personas y docenas más resultaron heridas por un bombardeo. (Médecins Sans Frontières vía AP)
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WASHINGTON (AP) – El ataque aéreo estadounidense que mató a 22 personas en un hospital en el norte de Afganistán el fin de semana fue solicitado por las fuerzas afganas que reportaron estar bajo fuego de los talibanes, informó el lunes el máximo comandante de las fuerzas estadounidenses y de la coalición en Afganistán desmintiendo versiones iniciales en el sentido de que el bombardeo se realizó porque las fuerzas de Estados Unidos se sintieron amenazadas.

El general John F. Campbell hizo la declaración en una conferencia de prensa en el Pentágono convocada apresuradamente. Dijo que estaba corrigiendo una declaración inicial de Estados Unidos que dijo que el ataque aéreo había sido en respuesta a amenazas contra las fuerzas estadounidenses.

“Ahora nos hemos enterado que el 3 de octubre, las fuerzas afganas informaron que estaban recibiendo fuego de posiciones enemigas y pidieron apoyo aéreo de las fuerzas estadounidenses”, dijo Campbell.

“Se solicitó entonces un ataque aéreo para eliminar la amenaza de los talibanes y varios civiles fueron alcanzados accidentalmente. Esto es diferente de los informes iniciales que indicaban que las fuerzas estadounidenses fueron amenazadas y que el ataque aéreo fue realizado en su nombre”, agregó.

La clínica era operada por el grupo de ayuda Médicos Sin Fronteras. En el ataque murieron al menos 22 personas y decenas más resultaron heridas, mientras el hospital quedó incendiado.

En respuesta a las aseveraciones de Campbell, el director general de MSF, Christopher Stokes, expresó que Estados Unidos ya admitió que bombardeó el hospital. “El ejército estadounidense sigue siendo responsable de los blancos que alcanza, aunque esto sea parte de una coalición”, expresó Stokes. “No puede haber justificación para este horrible ataque. Con tales discrepancias en las versiones estadounidense y afgana sobre lo sucedido, es todavía más necesaria la necesidad de una completa investigación, transparente e independiente”.

La aseveración de Campbell no aclaraba si la clínica fue atacada por error o si las fuerzas estadounidenses cometieron otros errores. “Si se cometieron errores vamos a reconocerlos”, aseguró el jefe militar.

El general se negó a proporcionar más detalles, alegando que está en curso una investigación militar. Dijo que se enteró por el investigador que fueron los afganos, no los estadounidenses, quienes solicitaron el ataque aéreo.

Campbell, cuyas oficinas se encuentran en Kabul, se encontraba en Washington el lunes debido a que esta semana testificará ante dos comisiones del Congreso.

El domingo la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), bajo la cual opera la coalición militar encabezada por Estados Unidos en Afganistán, emitió un comunicado diciendo que fuerzas estadounidenses bombardearon a “insurgentes que estaban disparando directamente contra miembros del servicio estadounidense” que estaban asesorando a fuerzas afganas en Kunduz. El comunicado señalaba que la OTAN “un equipo multinacional de evaluación” estaba llevando a cabo una evaluación preliminar del incidente y que podrían obtenerse resultados en cuestión de días.

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La periodista de The Associated Press Lolita C. Baldor colaboro desde Madrid.