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Una excavadora retira parte de la nieve caída ante el edificio del Capitolio durante una nevada, el 22 de enero de 2016, en Washington. (Foto AP/Alex Brandon)
Alex Brandon / AP
Una excavadora retira parte de la nieve caída ante el edificio del Capitolio durante una nevada, el 22 de enero de 2016, en Washington. (Foto AP/Alex Brandon)
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SILVER SPRING, Maryland, EE.UU. (AP) – Una tormenta de nieve con vientos huracanados paralizó el sábado la costa atlántica de Estados Unidos al arrojar hasta un metro (3 pies) de nieve, lo que dejó varados a miles de viajeros y frenó la actividad en Washington y Nueva York .

Después de días de advertencias, la mayoría de los 80 millones de habitantes bajo el paso de la tormenta hicieron caso a las exhortaciones de que permanecieran en sus casas, y las calles y carreteras estaban casi desiertas. Pero se pronostica que las condiciones peligrosas persistan hasta el domingo.

Además de nieve y vientos huracanados, el Servicio Meteorológico Nacional pronosticó un centímetro de hielo (media pulgada) en las Carolinas y posibles inundaciones en la región central de la costa del Atlántico.

“Este será uno de esos eventos generacionales en que los padres relatan a los hijos lo mal que la pasaron”, dijo Ryan Maue, meteorólogo de WeatherBell Analytics, en Tallahassee, Florida, donde también cayeron algunos copos.

Se atribuyeron al menos 12 muertes a la tormenta, principalmente en accidentes de tránsito.

El sistema era gigantesco: nevó desde la costa del Golfo de México hasta New England. Al comenzar la tarde, algunas áreas cercanas a Washington habían superado los 76 centímetros (30 pulgadas) de nieve, de acuerdo con los totales recabados por el servicio meteorológico. La mayor cantidad cayó en el condado Berkeley, en West Virginia, donde se registraron 83 centímetros (33 pulgadas).

La nevada obligó a los meteorólogos a modificar sus pronósticos para Nueva York y localidades al norte.

Se prevén nevadas intensas hasta el sur de Boston, dijo el meteorólogo Patrick Burke desde College Park, Maryland.

Se pronostican entre 45 y 60 centímetros (18 a 24 pulgadas) para Washington, Baltimore y Filadelfia, 60 a 75 centímetros (24 a 30 pulgadas) para las zonas aledañas, y de 38 a 50 cm (15 y 20 pulgadas) para Nueva York.

“Esta es una especie de tormenta de nieve de tipo 10”, dijo el experto en tormentas Paul Kocin, quien es coautor de dos libros sobre el tema. Y agregó que para Nueva York y Washington parece nivel 5.

“Es grande”, afirmó.

En Washington, los monumentos que normalmente estarían llenos de turistas se veían vacíos. Por la mañana la nieve en los escalones del Monumento a Lincoln no había sido retirada y casi parecían una pista de esquí. En el Monumento a los Soldados de la Guerra de Corea las estatuas estaban cubiertas de nieve, al igual que en el Monumento a Martin Luther King Jr.

La visibilidad se redujo drásticamente. En un día normal, los visitantes pueden ver desde el Monumento a Lincoln hasta el Monumento a Washington y el Capitolio. Pero el sábado, ni siquiera el de Washington se veía desde el monumento al 16to presidente.

El gobierno federal cerró sus oficinas a mediodía y el transporte público permanecerá inactivo hasta el domingo. El presidente Barack Obama, recluido en la Casa Blanca, fue uno de los muchos que se quedó en casa.

“Hallen un lugar seguro y permanezcan en él”, dijo la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, a residentes y turistas.

Hacia el mediodía, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó que todos los vehículos que no fueran de emergencias dejaran las calles. El alcalde Bill de Blasio exhortó a los teatros y restaurantes a cerrar.

Trenes de cercanías, el metro elevado y los autobuses dejaron de circular.

En Kentucky, Mike Edmonds estaba atrapado en una parada para camiones el viernes mientras la nieve se acumulaba a su alrededor, sin atreverse a conducir su vehículo por el resbaladizo estacionamiento ni por una carretera estatal sembrada de autos siniestrados.

“Aquí tenemos camiones que literalmente no pueden salir”, dijo Edmonds en conversación telefónica. “Estamos patinando. No merece la pena ni salir a la carretera”.

El hielo y la nieve obligaron a cancelar más de 4.400 vuelos el sábado, con lo que total del fin de semana subió a 6.300. Las aerolíneas esperan volver a operar en su totalidad para el domingo en la tarde.

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