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PITTSBURGH, Pennsylvania, EE.UU. (AP) – Un juez federal retrasó la lectura de sentencia, programada la próxima semana, de un sacerdote condenado por tener relaciones sexuales con niños pobres de la calle durante viajes misionales a Honduras. En lugar de eso, el juez realizará una audiencia para escuchar mociones selladas que buscan un nuevo juicio para el reverendo Joseph Maurizio. El sacerdote de 70 años del condado de Somerset fue condenado en septiembre por acusaciones de turismo sexual, pornografía infantil y lavado de dinero.

El abogado de Maurizio ha presentado varias mociones y documentos sellados en el último mes, por lo cual no son claras sus peticiones concretas, pero una orden del juez federal en Johnstown que retrasa la lectura de sentencia dice que en su lugar considerará la declaración de que los fiscales ocultaron evidencia que pudo haber sido favorable para el sacerdote, entre otros temas.

Pero una orden de la jueza Kim Gibson que convoca a la audiencia de la semana próxima dijo que el pedido de nuevo juicio se “basa en pruebas recientemente descubiertas y una presunta violación de Brady v. Maryland”.

Brady es un fallo de la Corte Suprema de 1963 que obliga a los fiscales a entregar cualquier prueba que un acusado pueda usar para demostrar su inocencia o impugnar la credibilidad de un testigo de cargo.

La fiscalía federal de Pittsburgh no hizo declaraciones sobre la decisión de reemplazar la sentencia por una audiencia sobre el pedido de nuevo juicio.

El abogado defensor Steven Passarello dijo que no podía hacer declaraciones porque se trata de documentos sellados.

La diócesis de Altoona-Johnstown suspendió a Maurizio cuando la fiscalía presentó cargos en septiembre de 2014.

Los fiscales alegan que Maurizio utilizó una obra de caridad dirigida por él en Johnstown llamada Ministerios Humanitarios Interconfesionales para viajar a un asilo para huérfanos varias veces hasta 2009. Maurizio presuntamente ofrecía golosinas y dinero a los varones para contemplarlos cuando se bañaban o para tener relaciones sexuales con él.

Gibson desestimó un cargo de turismo sexual el mes pasado porque un chico se retractó en el juicio. El chico tenía 14 años cuando presuntamente se produjo el incidente. Los fiscales alegaron que el chico se retractó por vergüenza y que otro chico presenció el hecho, pero Gibson lo desestimó por falta de pruebas.

Maurizio, que ha oficiado en la iglesia Nuestra Señora Reina de los Angeles en Central City, ha tratado de contratar una firma de relaciones públicas para relatar su versión de los hechos.

“Desea que se conozca su versión porque ha insistido en su inocencia en todo momento, a pesar del veredicto del jurado, pero cree que fue condenado injustamente”, dijo Passarello el mes pasado.

El abogado había alegado que las acusaciones eran falsas e instigadas por una obra de caridad rival, ProNinño USA, que operaba el asilo donde se produjeron los presuntos abusos.

La presidenta de ProNiño, Elizabeth Williams, dijo que la condena de Maurizio convalidaba las acusaciones de losd huérfanos.