PROVIDENCE, Rhode Island, EE.UU. (AP) – Los inmigrantes que no están autorizados a conducir en Rhode Island anunciaron una marcha a través del estado para protestar contra la inacción política sobre una propuesta de ley que daría a licencias de conducción a personas que residen ilegalmente en Estados Unidos.
Una iniciativa de ley que produjo un debate cargado emocionalmente en la Cámara de Representantes estatal está muerta después que el presidente del recinto legislativo, el demócrata Nicholas Mattiello, dijo el miércoles que no permitirá que pase a votación antes del término del periodo de sesiones, en junio.
“Mi opinión es que el electorado en todo el estado, los ciudadanos del estado, no la apoyan”, dijo Mattiello a reporteros el miércoles. “Así que vamos a respetar lo que quiere hacer la mayoría de los ciudadanos en el estado”.
El debate ha expuesto una división entre la creciente población hispana de Rhode Island, concentrada fuertemente en Providence y un puñado de ciudades cercanas, y los demócratas de los suburbios que tienen la mayor parte del poder en la Asamblea General de Rhode Island y que representan distritos predominantemente blancos no hispanos.
Legisladores demócratas de áreas urbanas que patrocinaron el proyecto de ley dijeron que no han sido capaces de persuadir a suficientes colegas demócratas para que la apoyen, especialmente en un año electoral en el que legisladores buscan reelegirse y en el que el virtual candidato presidencial republicano Donald Trump está atizando los ánimos sobre la inmigración ilegal.
Rhode Island tiene aproximadamente 35.000 inmigrantes sin permiso de residencia en el país, según calcula el Pew Hispanic Center. Sin número de Seguro Social u otro medio de demostrar residencia legal, ellos no pueden solicitar licencia de manejo. La ley propuesta hubiera creado licencias especiales que les permitan manejar si pagan una cuota y cumplen ciertos requisitos, pero tales tarjetas no podrían ser utilizadas como identificación oficial.
La inacción hizo que los activistas planearan una enorme manifestación a fines del verano o principios del otoño, inspirada en el peregrinaje del fallecido líder campesino César Chávez a través del Valle Central de California en la década de 1960. Esa marcha abarcó más de 480 kilómetros (300 millas) de terreno rural, pero Rhode Island, el estado más pequeño del país, abarca sólo aproximadamente 96 km (60 millas) entre sus esquinas más alejadas.
Y ese es parte del asunto, dijo el organizador de la marcha Mike Araujo, de la organización Empleos de Rhode Con Justicia.
“El tamaño de Rhode Island dificulta más evadirse de tener contacto unos con otros”, subrayó. “Existe una carencia de contacto, una falta de integración real. Cuando eso sucede, la gente no ve a la persona al otro lado de la política, quien está viviendo las políticas adoptadas por el estado”.