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SANTIAGO, Chile (AP) – Los guardiacárceles chilenos iniciaron el lunes un paro de advertencia de 24 horas contra una medida de la Contraloría que puso un tope a sus jubilaciones, y presionan para seguir con su antiguo sistema que, al igual que a las fuerzas armadas, les otorga pensiones superiores al promedio de los civiles.

El paro de Gendarmería, la guardia de prisiones, se traduce en que dejan de recibir detenidos, exceptuados los enviados por tribunales.

Los funcionarios reaccionaron a una disposición de la Contraloría de junio que prohibió que se jubilen con pensiones superiores a 1,5 millones de pesos, 2.240 dólares. El promedio de la pensión de un civil es de 300.000 pesos, 445 dólares.

“Estamos luchando por un derecho y no vamos a claudicar”, advirtió Juan Carlos Orellana, presidente de la Asociación de Funcionarios Penitenciarios.

“No descartamos ir en forma ascendente”, dijo Orellana, y añadió que “no podemos claudicar ni aceptar que hoy nos cambien las reglas del juego”.

El tope en las pensiones a Gendarmería fue una reacción al reciente escándalo por pensiones superiores a 5.000.000 de pesos mensuales, 7.500 dólares, que favorecieron a 135 funcionarios que se acogieron a retiro luego de recibir abultados bonos.

Las jubilaciones de los guardias se calculan según sus últimos ingresos mensuales, al igual que las de la policía uniformada y de investigaciones, aunque estas dos ramas siguen sin tope en sus pensiones.

Las policías y las fuerzas armadas tienen un mecanismo que permite que el monto de su pensión sea igual a su último sueldo luego de 20 años de trabajo. Las jubilaciones de los militares las cubren en un 90% el Estado y el resto sus aportes previsionales.

Los civiles, en cambio, pueden jubilarse a los 60 años las mujeres y a los 65 los hombres, y el monto de la pensión se obtiene de dividir el dinero ahorrado a lo largo de la vida laboral en que deben aportar un 10% mensual. Además, se aplica una escala de expectativa de vida y los montos para las mujeres se calculan como si fueran a vivir 30 años luego de pensionarse y los hombres 25 años más.