Skip to content
PUBLISHED: | UPDATED:

NUEVA YORK (AP) – Las declaraciones de dos sobrinos de la primera dama de Venezuela hechas a agentes federales cuando fueron trasladados a Estados Unidos para enfrentar un juicio por tráfico de drogas, podrán ser utilizadas en el juicio que está programado a iniciar el próximo mes, decretó un juez federal el miércoles.

Efraín Campo, de 29 años de edad, y Francisco Flores, de 30 -sobrinos de Cilia Flores, la primera dama venezolana- fueron arrestados en noviembre pasado en Haití y trasladados a Nueva York. Se declararon inocentes a los cargos de conspirar para importar 800 kilogramos de cocaína a Estados Unidos.

Randall Jackson, abogado de Campo, rechazó hacer comentarios. El abogado de Flores no respondió de inmediato a un mensaje en busca de comentarios.

El juez federal Paul Crotty, de Manhattan, fundamentó su fallo en la evidencia que escuchó durante una audiencia de dos días realizada el mes pasado, cuando se reveló que los informantes, un padre y su hijo, ayudaron a montar el operativo de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus iniciales en inglés) que resultó en los arrestos.

Los acusados señalaron durante la solicitud de suprimir sus declaraciones inmediatas al arresto que estaban atemorizados en ese momento y temían que se tratara de un secuestro y pudieran ser asesinados.

Pero el juez dijo que la evidencia no respalda la conclusión de que los hombres fueran intimidados mentalmente, coaccionados o engañados antes de que Campo fuera sometido a un interrogatorio de más de dos horas y Flores fuera entrevistado por menos de una hora.

Los acusados señalaron que fueron arrestados por hombres enmascarados y fuertemente armados que no portaban ninguna identificación visible, antes de ser entregados a seis hombres que se identificaron como agentes de la DEA. Afirmaron que los agentes estadounidenses les dijeron que si no cooperaban posiblemente morirían en una prisión estadounidense y no volverían a ver a sus familias.

“Incluso si los acusados temían un secuestro o un posible asesinato inmediatamente después de ser arrestados por las autoridades haitianas, no se puede decir lo mismo del momento en el que fueron transferidos a custodia de la DEA”, decretó Crotty.

El juez resaltó que los acusados hablaban un inglés fluido y que Campo es abogado y mencionó ese hecho mientras renunciaba a su derecho a permanecer en silencio.

“Los agentes de la DEA testificaron de manera creíble que los acusados querían hablar y no parecían estar angustiados de ninguna forma”, escribió Crotty. “No existe evidencia creíble de que los agentes de la DEA utilizaran algún tipo de coacción mental o física para provocar que se supriman las declaraciones de los acusados”.