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BUENOS AIRES (AP) – Un informe sobre la violencia de género en Argentina es lapidario: todas las mujeres del país han tenido miedo alguna vez por el sólo hecho de caminar por las calles.

El Primer Índice Nacional de Violencia Machista, difundido en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres, muestra el alarmante maltrato físico y psicológico contra el género femenino.

Así, 79% de las habitantes del país sudamericano fue tocada alguna vez, sin su consentimiento, en el transporte público; 76% fue descalificada en su opinión solo por ser mujer; 69% tuvo miedo de ser violada al menos una vez y 99% sufrió al menos una situación de violencia física o psicológica con algunas de sus parejas.

El estudio, que trata los aspectos más obvios de la violencia de género y los menos evidentes, se basó en una encuesta que estuvo “on line” entre el 3 de junio y el 3 de septiembre por iniciativa del colectivo “Ni una menos”, el más activo contra la violencia machista. El sondeo obtuvo respuestas de 59.380 mujeres de más de 1.800 localidades. En algunas zonas de baja conectividad a Internet, se emplearon cuestionarios a la vieja usanza.

“Todas las mujeres tuvieron miedo alguna vez sólo por caminar por la calle”, dice el informe, lo cual revela “uno de los primeros eslabones de la cadena invisible de machismos cotidianos”.

Los indicadores del documento fueron agrupados en ejes como experiencias de acoso, estigmatización y discriminación y violencia de la pareja. Indicó que 97% de las entrevistadas fue acosada física o verbalmente alguna vez; 84% sufrió alguna situación de discriminación en ámbitos públicos y privados; 32% fue excluida de decisiones que afectan al conjunto de la familia y a una de cada cinco le fue negada una oportunidad laboral por ser mujer.

En Argentina se estima que en promedio una mujer es asesinada cada 37 horas, según estadísticas oficiales. Miles de mujeres se lanzaron a la calles en los dos últimos años convocadas por el colectivo “Ni una menos” para reclamar a las autoridades poner freno a la ola de feminicidios. La última masiva manifestación tuvo lugar el 19 de octubre, en reacción a la violación y asesinato de una adolescente que fue empalada por dos hombres.

En el marco de la fecha conmemorativa, el presidente Mauricio Macri recibió en su residencia a las afueras de Buenos Aires a víctimas del maltrato machista.

Luego del encuentro, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, calificó como “repudiables” y “alarmantes” a los datos de la encuesta sobre violencia de género ante periodistas.

“Creemos que es una tarea de todos los organismos del Estado luchar para revertir esta situación”, afirmó la funcionaria, quien recordó que Macri lanzó el Plan Nacional para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres que involucra a más de 50 organismos del Estado y de la sociedad civil.

Por otra parte, Fabiana Tuñez, presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres, indicó que además del funcionamiento las 24 horas del día de la línea de atención telefónica 144 para las mujeres maltratadas, se impulsa la construcción “de 36 hogares de protección integral y políticas de fortalecimiento para lograr la verdadera autonomía económica”.

Pero dirigentes de la izquierda y familiares de víctimas de feminicidios bloquearon calles en Buenos Aires y tienen previsto marchar más tarde hacia la Plaza de Mayo en disidencia con lo que, a su entender, son las deficientes políticas del Estado para combatir el flagelo. Los manifestantes exigen un mayor presupuesto para la aplicación de políticas de protección a las víctimas.

Argentina tiene mucho por hacer para prevenir la violencia contra las mujeres, según destacó días atrás un informe presentado por la relatora especial sobre violencia contra la mujer de Naciones Unidas, Dubravka Simonovic.

La funcionaria, que visitó Buenos Aires, alertó sobre la falta de implementación de normas internacionales para asistir a víctimas de violencia de género y reclamó más cantidad de refugios para mujeres, además de una justicia expeditiva para dictar órdenes de protección de aquellas que denuncian a sus agresores.

Según datos de la justicia, al menos 235 mujeres fueron asesinadas durante 2015; el 70% de los agresores era cercano (pareja o familiar) y sólo 3 % ya fue condenado.