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WASHINGTON (AP) – Los consumidores estadounidenses presentaron casi 300.000 quejas el año pasado sobre bancos, tarjetas de crédito y otras compañías financieras. La mayoría de esas quejas fueron compiladas y puestas a la disponibilidad del público en una base de datos administrada por el gobierno.

Pero los congresistas republicanos que trabajan para remplazar la ley de regulación financiera conocida como Dodd-Frank quieren prohibir la publicación de información de esa base de datos, que grupos en la industria han criticado, diciendo que es potencialmente engañosa e incompleta.

“¿Es el propósito de esa base de datos simplemente nombrar y avergonzar a compañías? ¿O debería haber un descargo de responsabilidad que diga que es un área exenta de verdad, que son noticias falsas? Eso es lo que me parece está pasando”, dijo el representante republicano Barry Loudermilk en una audiencia del Congreso este mes.

“Una vez el daño a una compañía está hecho, es difícil recuperar la reputación”, dijo Bill Himpler, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Servicios Financieros, un grupo que representa a bancos y otros prestamistas. “Hay que hacer algo”.

Eso refleja lo que tienen en mente los representantes republicanos mientras tratan de hacer cambios a la Dodd-Frank, una ley aprobada a raíz de la crisis financiera del 2008-2009. Inicialmente, los legisladores republicanos querían que las quejas de los consumidores fuesen verificadas antes de ser publicadas. Ahora, muchos quieren que se prohíba completamente su publicación.

El representante republicano Jeb Hensarling, que encabeza la comisión de servicios financieros de la cámara baja, programó una audiencia para el miércoles para comenzar a discutir el reemplazo de Dodd-Frank. La legislación aflojaría algunas de las regulaciones financieras y daría al Congreso y la Casa Blanca más control sobre el Buró de Protección Financiera al Consumidor, que administra la base de datos de quejas.

La agencia ha publicado más de 730.000 quejas desde el lanzamiento de la base de datos hace casi cinco años. Las quejas llegan a una tasa de más de 20.000 por mes, pero no todas son colocadas en la base de datos. Algunas personas no completan la información requerida y otras quejas son referidas a otras agencias del gobierno.

Algunos grupos están alarmados por los cambios potenciales. La Unión del Consumidor dijo que la base de datos es vital para ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas.