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LOS ANGELES, CA - JANUARY 27: The finale performance onstage during "The Night That Changed America: A GRAMMY Salute To The Beatles" at the Los Angeles Convention Center on January 27, 2014 in Los Angeles, California.  (Photo by Kevin Winter/Getty Images)
Kevin Winter / Getty Images
LOS ANGELES, CA – JANUARY 27: The finale performance onstage during "The Night That Changed America: A GRAMMY Salute To The Beatles" at the Los Angeles Convention Center on January 27, 2014 in Los Angeles, California. (Photo by Kevin Winter/Getty Images)
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CHICAGO – Al cumplirse medio siglo de la primera visita de The Beatles a EEUU, de su primera aparición en televisión en el programa de Ed Sullivan el 9 de febrero de 1964, se esperaba que el especial “The Night That Changed America: A Grammy Salute to The Beatles”, fuera algo histórico, pero no lo fue.

Transmitido el domingo por CBS, para coincidir con la fecha de ese primer programa, el especial de dos horas y media mostró imágenes y anécdotas de lo que fue la presentación del cuarteto hace 50 años, entrevistas con algunas de las fanáticas que acudieron a esa presentación y el tributo a los músicos.

También, había segmentos de la charla de los dos Beatles sobrevivientes, Paul McCartney y Ringo Starr, con David Letterman hablando de lo que sucedió esa noche del 9 de febrero de 1964.

Hubo varios detalles que hicieron que el programa, en lugar de celebrar su legado musical y su impacto social, pareciera más otra oportunidad para perpetuar a The Beatles como una marca y un negocio lucrativo.

Como grupo estuvieron 10 años activos -de 1960 a 1970-, pero como producto de consumo e inspiración, continúan activos hasta nuestros días.

Lo mejor del tributo fueron The Beatles de antaño, las imágenes de “los cuatro fantásticos de Liverpool”, pero fue un tributo ligero, que quizá no hubiese sido del agrado de Lennon y Harrison si vivieran.

Lo que festejó era esa primera imagen del grupo en EEUU, la de los jóvenes divertidos, fiesteros que disfrutaban del acecho de las fanáticas y de la prensa, no en lo que se convirtieron o lo que transmitieron en sus temas.

“Cuando llegamos a América por primera vez, era una novedad, actuar de manera natural y adorable, nos daba la impresión de que éramos del agrado de todos. Era fácil, todo lo que hacíamos consistía en ser los cuatro jóvenes fiesteros y a la gente le encantaba. Y en esos días era divertido, viajar, todos nos brindan atención, los discos se venden bien, pero luego se vuelve demasiado, como una sobredosis”, contó Harrison alguna vez en la entrevista.

Lennon, quien fuera asesinado el 8 de diciembre de 1980 en Nueva York, no tuvo una buena relación con McCartney al final de sus días. La separación se dio por sus diferentes visiones de lo que eran como grupo.

“No me avergüenzo de The Beatles (fui yo quien lo empezó), excepto de la mierda que aceptamos para hacernos tan grandes. (…) ¿De verdad crees que la mayor parte del arte actual ha surgido debido a The Beatles? No creo que estés tan loco, Paul. Por supuesto que cambiamos el mundo, pero trata de llegar hasta el fondo”, escribió Lennon en una carta a McCartney, y que fuera publicada en el libro “Las cartas de John Lennon”, publicado por Hunter Davies.

Julian Lennon, el gran ausente

De las interpretaciones musicales de éxitos de The Beatles por otros grupos o cantantes, las destacadas fueron las de Dave Gohl (“Hey Bulldog”), John Legend y Alicia Keys en su versión a dos pianos de “Let It Be”, y las interpretaciones de los dos Beatles sobrevivientes, Paul McCartney y Ringo Starr para cerrar la noche.

Fue Paul el que tuvo más protagonismo en la velada.

En un evento donde como se dice “estaban Raymundo y todo el mundo” -como Anna Kendrick y Sean Penn-el gran ausente de la velada fue Julian Lennon, primogénito de John Lennon.

Yoko Ono, la segunda esposa de Lennon y el hijo de ambos, Sean, así como la novia de éste, Charlotte Kemp Muhl, estaban en primera fila; Dhani, el hijo del otro Beatle ya fallecido, George Harrison, y su viuda, la mexicoamericana Olivia Harrison (Arias, de soltera) estaban presentes.

No así Julian ni su madre, Cynthia Powell, de la que Lennon se divorció en 1968 tras seis años de matrimonio.

Julian había explicado en una entrevista a Fox previa al especial, sus motivos por los que no formaba parte del festejo. En su faceta de fotógrafo, prefirió hacer una exhibición.

“Sentí que (la exhibición fotográfica) era más apropiada para mí porque he decidido no participar o estar atado al aspecto musical de la celebración de 50 años de The Beatles (el tributo del Grammy). Todo era un gran desorden…sobre quién estaría tocando qué, cuándo, dónde”, detalló.

Agregó que apreciaba la música de The Beatles como todos los demás, pero que lo último que deseaba hacer era estar de pie como parte de la audiencia aplaudiendo a otros mientras cantaban las canciones de The Beatles.

“Para mí, sería como una noche de karaoke de The Beatles. Me sentiría como un idiota, y nunca he sido un gran fanático de las entregas de premios”, destacó.

Exactamente eso fue el tributo. Una gran noche de karaoke, comprobando que The Beatles como marca seguirán existiendo pero viendo más allá, también la filosofía de Lennon, la mente maestra de McCartney para el negocio, la espiritualidad de Harrison o la simpatía de Starr.

“The Beatles seguirán existiendo sin nosotros”, declaró alguna vez Harrison.